27.8.10

Fablehaven

Autor: Brandon Mull


Kendra de 13 años, reflexiva y obediente y Set de 11, atrevido y rebelde, son los dos hermanos protagonistas de Fablehaven. A lo largo de la serie irán creciendo, como también lo harán los peligros a los que se enfrentan...

Con más de un millón de ejemplares vendidos, ya se está preparando la primera película de la saga Fablehaven, de la mano de los mismos productores que otras sagas taquilleras como IRON MAN.


Fablehaven está entre los finalistas del Cybilis Award 2009 y se encuentra en la lista de los más vendidos elaborada por el prestigioso periódico The New York Times.

"Nadie saldrá como había entrado..."

"Todo intruso será convertido en piedra..."



Brandon Mull ya soñaba con ser escritor en el instituto, pero no comenzó a escribir en serio durante la universidad, inspirándose en autores como J. R. R. Tolkien, C. S. Lewis, and J. K. Rowling. Antes de ser escritor, trabajó de cómico, de oficinista, instalador de patios, promotor de películas, en publicidad… Y entre todos esos trabajos tuvo tiempo para escribir Fablehaven, la saga que le daría el reconocimiento mundial que merece.

Además de los libros de Fablehaven, de los cuales hay publicados en inglés cuatro volúmenes (se espera un quinto para 2010), Brandon Mull ha escrito The Candy Shop War, en el que unos niños se encuentran inmersos en una guerra entre magos y caramelos. Pensando en sus hijos, Mull ha escrito también Pingo, una novela para niños a partir de 4 años.

Mull suele viajar por Estados Unidos dando charlas en colegios y bibliotecas, hablando de sus libros y recordándoles a los niños que “la imaginación te lleva  a lugares maravillosos”.

Media noche

Autor: Claudia Gray

Medianoche es la primera entrega de una serie de cuatro libros —Evernight, Stargazer, Hourglass y Afterlife— que relata la historia de Bianca Olivier, una chica al parecer, normal, de dieciséis años que entra a estudiar a la Academia Medianoche porque sus padres comienzan a impartir clases como profesores y por algo más que no sabe hasta la mitad del libro. El lugar es un internado construido en el siglo XXI, con una estructura tétrica, motivo por el cual está bastante alejado de la civilización.

Bianca detesta la Academia desde el primer momento, e intenta huir antes de que comience primer día de clases. En medio del escape fallido, Bianca conoce a Lucas Ross, un chico que a primera vista la llena de miedo. Charlan, se conocen y así ella se entera de que serán compañeros y que ambos son nuevos, algo que la hace sentir menos sola.

La lectura es simple y rápida, y la historia se hace bastante predecible, o al menos eso quiere que pensemos Claudia Gray —la autora—. Ambos chicos se enamoran, salen, discuten, se reconcilian y hasta ese momento el libro no parece tan interesante ni diferente a los tantos otros que hay sobre adolescentes enamorados. Si, puede que haya detalles que no calzan del todo bien, pero no parecen ser lo bastante importantes como para prestarles real atención. Todo es casi normal si excluimos el hecho de que la mejor amiga de Bianca sea un poco paranoica, tenga pesadillas, crea en lo paranormal, vampiros, fantasmas y cosas por el estilo. Y también si sacamos el hecho de que Lucas tenga bastantes roces con los demás alumnos de Medianoche.

Al llegar el Baile de Invierno, un giro inesperado ocurre en la historia. Todo parece ir bien; Bianca y Lucas se ponen cariñosos, de piel y comienzan a besarse. Típica historia adolescente. Quizás hasta ahí el libro no tenga nada de interesante, pero todo cambia cuando Bianca hace algo que deja al lector en estado de shock. La pregunta: “¿Cuándo y cómo fue que me perdí de eso?” surge y hace que nos devolvamos unas cuantas páginas para asegurarnos de que lo que acabamos de leer es cierto. Y de ahí nos enteramos de que la mayoría del alumnado y cuerpo docente es vampiro. La directora, Balthazar —el casi mejor amigo de Bianca—, sus padres, su compañera de cuarto, excepto unos cuantos alumnos humanos como su mejor amiga y el mismismo Lucas.

Ahí uno empieza a atar cabos, fijarse en los detalles, y percatarse de que todo estaba frente a nuestros ojos pero lo pasamos por alto, es eso lo que hace el libro interesante. Claudia desarma la idea que tenías y la transforma de mil maneras, hasta que el libro de otro vuelco que te deja aún más shockeado de lo que estabas: Lucas es miembro de la Cruz Negra, un grupo especializado en la caza de vampiros, que se infiltró a Medianoche. ¿Cómo será posible una relación amorosa entre Bianca y Lucas? ¿Cómo terminará? Es necesario leerlo y sacar las propias conclusiones.

Un aspecto negativo del libro es la portada de la versión española, ya que deja mucho que desear. Es demasiado similar al estilo que tiene Crepúsculo —colores negro y rojo, fuente similar, imagen parecida—, algo que lleva a las personas a pensar que es un plagio de la saga de Stephenie Meyer, lo que te hace casi odiarlo a primera vista, y para rematar es una historia que también tiene que ver con vampiros. Al menos esa fue mi experiencia; fui bastante dura con Medianoche solo por la portada, algo que influyó mucho en mi pensamiento al comienzo del libro, porque no dejaba de compararlo con el título antes mencionado, pero el vuelco que da la historia hace que todos los prejuicios que    pudiste tener antes de empezar a leerlo desaparezcan y Medianoche comience a tener una imagen propia sin la sombra de Crepúsculo, Bella y Edward.

Drácula, el no muerto

Autor: Dacre Stoker & Ian Holt


Drácula, el no muerto, es la vuelta del legendario vampiro que eternizó Bram Stoker. Por supuesto que conocemos múltiples libros y películas inspiradas en él, pero esta es la secuela oficial, la autorizada por la familia del autor.

De hecho, está escrita por Dacre Stoker, sobrino biznieto del autor original, quien se ha unido con Ian Holt, historiador y miembro de laSociedad transilvana de Drácula, además de ser todo un experto en el sanguinario y célebre personaje. Debido a su interés en la figura llegó a conocer a Dacre y, a través de sus charlas, llegaron a la conclusión de que debían hacer la continuación que Drácula se merecía.

Para centrarnos en este nuevo ‘Drácula, el no muerto‘ la acción se sitúa veinticinco años después de donde acabó la novela original, así todos los personajes que sobrevivieron irán apareciendo. Holmwood sigue sin haber superado la muerte de su gran amor Lucy, Jonathan es alcohólico y Mina sabe que el matrimonio hace aguas, y Van Helsing es, incluso, sospechoso de ser Jack el destripador. Pero ninguno de ellos es el protagonista de esta nueva novela.
Es el hijo de Jonathan y Mina, Quincey Harker, sobre el que recae el peso de la historia. Estudia derecho en la Sorbona por imposición, pero su pasión es el teatro. En París se encontrará con el actor rumano Basarab, el más famoso y misterioso del momento del que se hará profundo amigo. Cuando se entera de que está en plena producción una obra titulada ‘Drácula’, de un tal Bram Stoker en el West End londinense, no dudará en intentar que su amigo Basarab sea el intérprete protagonista. 
Y es entonces cuando advierte que dicha obra está basada en la vida de sus padres y sus amigos. Al pedir explicaciones, se encontrará con que todo aquél que tuvo algo que ver con la persecución y muerte del vampiro, está en serio peligro, incluyéndolo a él.

Poquito más se puede y se debe contar de esta historia, salvo alguna que otra curiosidad a tener en cuenta. Por ejemplo, el nombre de la novela, ‘Drácula, el no muerto’ es el título original que tenía preparado Bram Stoker, pero un editor le hizo cambiar el nombre en el último momento. 
Asimismo, es conveniente citar que Dacre se ha basado en algunas notas escritas a mano por su antecesor. En sus declaraciones desde luego no se le nota ninguna presión por intentar revivir semejante mito:
Nuestra intención es devolverles a Drácula y a Bram Stoker su dignidad y, aún más importante, darle a los seguidores de la novela lo que han venido esperando desde hace cien años… El regreso del verdadero Drácula.
Sería la primera vez, desde el Drácula de 1931 protagonizado por Bela Lugosi, que la familia Stoker da el visto bueno. Así que esperemos a que salga a ver que nos depara el regreso del príncipe de las tinieblas

El Nombre del Viento

Autor: Patrick Rothfuss


Una aventura atípica



En días como éstos, damos por descontado que tras los nombres se esconden secretos. Casi medio siglo atrás, el profesor J.R.R Tolkien dijo que éstos precedían a lo que se decía de ellos. “Dame un cuento —dijo él —, y yo te contaré una historia sobre ese nombre.” El parafraseo, como toda cita a medias, es inexacto, pero no por ello carente de verdad. Patrick Rothfuss, como otro de los herederos de Tolkien, sabía lo que estaba haciendo cuando escribió El Nombre del Viento. No sólo trató de levantar las velas de la fantasía con aires nuevos. Como los magos de Terramar —piedra madre, me atrevería a decir, del mundo construido por Rothfuss—, Kvothe sabe que los nombres son importantes. Sabe que cada uno encierra sus secretos.
El Nombre del Viento es del tipo de libros que te recuerdan a muñecas rusas. Tienes una historia dentro de otra historia, que a la vez es parte de un entramado mayor, y ese es el primer aspecto que puedo destacar de él, dando por descontado que es un libro sumamente atípico para su género. Es una obra plagada de detalles que dejará contentos a los meticulosos y a aquellos (entre quienes me incluyo) a quienes les gusta ver cada uno de los árboles que hay en el bosque. Y sin embargo lo mejor de El Nombre del Viento no es su exquisito esmero por el detalle, sino simple y llanamente sus historias secundarias. La encarnación de Tehlu y la captura del Señor de Los Demonios, o la caída y corrupción de Lanre, el futuro Haliax y mano maestra tras los temidos Chandrian, le suma muchos puntos a una novela que a primera vista resulta lenta y, cómo no, exagerada en su extensión. Hay quien podrá decir que lo dicho pudo haberse contado en doscientas páginas y no en las más de ochocientas, y tal vez sea cierto. Sin embargo, es un viaje que vale la pena hacer. La biografía de Kvothe tiene sus grandes momentos, como su vida entre la escoria de Tarbean, sus andanzas en la Universidad —especialmente su amistad con esta pequeña criatura oculta en los subterráneos de las facultades—, y, sobre todo, el nerviosismo atroz previo a su primera actuación en el Eolio. Ahí hay muestras lo suficientemente elocuentes para quien se sienta tentado. No hay magia y espadas en El Nombre del Viento, pero sí baladas tristes que te romperán el corazón. Eso, aunque diferente, se agradece. Y mucho.

Otro aspecto que es imposible dejar de lado es el lirismo de Rothfuss. Su prosa es de imágenes potentes. Aquellos que busquen belleza en este libro la encontrarán, porque es una obra prolijamente escrita. Me hago eco a la prensa que afirma que es una novela escrita con la mano de un poeta. El mundo delineado por el autor es hermoso, y la constante imaginería otoñal que reviste a la narrativa es sencillamente encantadora, además de apropiada. Es un preludio a ese silencio triple que, nos dice el narrador al comienzo y al final, es el silencio de quien espera la muerte. Kvothe es un héroe atípico de la fantasía, si es que puede llamársele héroe en lo absoluto. A veces me recordaba a Elric de Melnibone, por la accidentada geografía de su personalidad y la imperfección de su heroísmo; otras tantas me recordó a un Harry Potter que aprendió a valerse por sí mismo. En ese sentido el libro también da un poco de aire fresco. Estamos viviendo en el pellejo de un muchacho que no se salva por suerte o el sacrificio de su madre. Las costillas rotas y los latigazos que le llegan a nuestro pelirrojo nos duelen. A veces caen en el melodrama, pero son siempre creíbles, o casi siempre. En todo caso, te identificas con el personaje. Gran punto a favor, para aquellos quienes —como un servidor—, leen para encontrar respuestas.

Debo ser sincero y decir que El Nombre del Viento no es la mejor novela de fantasía que he leído en mi vida. Sin embargo, la recomendaré con el mismo entusiasmo que recomiendo siempre mis obras favoritas del género. Esto, porque tiene lo suficiente para encantar y deslumbrar, pero también lo suficiente como para quedar con ganas de más y buscar nuevas aventuras. Para aquellos a quienes el ritmo del libro sea insufrible y el humor —que lo tiene—, demasiado agrio, está el genial Libro del Cementerio, de Neil Gaiman, que Random House nos tiene de regalo esta temporada. 

Con todo lo dicho, El Nombre del Viento no defrauda. Y, si lo hace, te mueve a buscar más y mejores aventuras. Aunque pueda parecer paradójico, esa es una de las mayores virtudes de un buen libro. Dejarte con un “¿Y eso es todo?” atragantado en la garganta. El paso siguiente es ir a tu librería y/o biblioteca favorita y preguntar por las últimas novedades. O, si tienes el coraje y el talento, ponerte a escribir. Un libro que te deja con ganas de hacerlo mejor es el mejor libro. Después de leer el Nombre del Viento, me he quedado con la sensación de que aún nos queda mucha, mucha fantasía que escribir y que leer. 

Esperamos sus comentarios, al pulso del Silencio Triple. Un hombre o una mujer podrán morir, pero sus nombres —y sus historias—, les sobreviven. Ahí quedan, en el voluble manto del Viento. 


La Mecánica del Corazón


Autor: Mathias Malzieu

Jack es un niño que tiene un reloj de madera en lugar de un corazón, y para que este funcione bien, tiene que cumplir las siguientes reglas: Uno: No toques las agujas. Dos: Domina tu cólera. Tres: No te enamores nunca.


Video del Libro


En la noche más fría del siglo XIX, nace en la ciudad de Edimburgo, Jack, el frágil hijo de una prostituta. El bebé nace con un corazón débil y para salvarlo, la inventora-médico le coloca un reloj de madera —sonoro y molesto— al que habrá de dar cuerda toda su vida y le causará todo tipo de inconvenientes. La prótesis funciona y Jack sobrevive, pero debe respetar una regla: evitar cualquier emoción que pueda alterar su corazón. Nada de enfados, y sobre todo, sobre todo, nada de enamorarse. Pero Jack conoce a una pequeña cantante de ojos grandes, Miss Acacia, una joven andaluza que pondrá a prueba el corazón de nuestro tierno héroe. Por el amor que siente hacia la joven, Jack se lanzará a una aventura quijotesca que le llevará desde Edimburgo a París, a las calles de Granada, haciéndole conocer las dulzuras y durezas del amor.

•    La mecánica del corazón ha estado durante más de 20 semanas en las listas de más vendidos de Francia.
•    La trama y la estética del libro recuerdan y hacen un guiño a El joven manos de tijera, la película que hizo conocido a Tim Burton. Perfectamente esta novela puede cautivar a la gran cantidad de seguidores que tiene este director, uno de los más originales y famosos de la actualidad.
•    Recientemente, Luc Besson (director de Azul Profundo, El Quinto Elemento, Juana de Arco) ha comprado los derechos cinematográficos para adaptar la novela a una película de animación en 3-D en la que participará dibujando el genial dibujante Joann Sfar.